LA ZORRA Y EL CHIVO:
En un descuido, una zorra cayó a un
pozo y no podía salir. En esto, un chivo sediento se acercó y se sorprendió de
hallarla allí dentro.
-¿Es buena el agua de este
pozo?-preguntó el chivo desde arriba. ¡Estupenda, chico! - contestó la zorra-.
Entra y lo veras. Saltó el chivo al interior y sació su sed, y después preguntó
a la zorra sobre la manera de salir.
¡Es muy fácil! – dijo la muy
astuta-. Apoya las patas contra la pared y levanta los cuernos; yo ascenderé
por ellos y luego te sacaré. Así lo hizo el chivo,y la zorra, trepando con
agilidad, salió fácilmente del pozo. Una vez fuera y a salvo, dijo en tono de
burla:
-Si tuvieras tanto ingenio como
pelos en la barba, no hubieras bajado. ¡Arréglatelas como puedas que yo me
largo!
En tramposos y
malvados no deberás confiar, siempre será dudoso que te quieran ayudar.
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