EL LADRÓN DE ORO: Fábula
Érase una vez un hombre en un reino.
Una mañana se vistió con elegancia
y se fue a la plaza. Cuando llegó al
puesto del comerciante de oro, se
apoderó de una de las piezas y corrió.
Los guardianes del reino lograron
atraparle y le preguntaron:
-¿Por qué hiciste eso a plena luz del día?
Y respondió:
- Cuando cogí el oro no vi a nadie. No vi
más que el oro.
MORALEJA:
La avaricia no es buena consejera a la hora de tomar decisiones.
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